Grados de Discapacidad: porcentajes y derechos asociados
Si estás lidiando con una discapacidad, es crucial saber qué tipo de apoyo gubernamental puedes obtener. Muchas personas desconocen los beneficios a los que tienen derecho. Si te identificas con esta situación, este artículo es para ti. Empezaremos por entender un término clave que es el eje central de los beneficios relacionados con la discapacidad: el grado de discapacidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe la discapacidad como un término amplio que incluye deficiencias, limitaciones de la actividad y restricciones en la participación.
Es fundamental diferenciar entre discapacidad e incapacidad. Ambos términos tienen implicaciones distintas, tanto legalmente como en los beneficios y prestaciones que se pueden recibir si son reconocidos oficialmente por la administración pública. Este artículo te proporcionará una explicación detallada sobre estas diferencias y lo que necesitas saber al respecto.
¿Qué es una discapacidad y qué es un grado de discapacidad?
En primer lugar, es importante entender qué es exactamente una discapacidad.
Una discapacidad es cuando una persona sufre cualquier tipo de afección o enfermedad que le limita en su día a día y afecta a su independencia a la hora de desarrollar su vida. También se suelen utilizar términos como «inválido» para evitar contribuir a ciertos estereotipos y prejuicios.
El grado de discapacidad es una medida clave en España para reconocer el nivel de apoyo que una persona con limitaciones permanentes necesita.
Definido legalmente y valorado en detalle por especialistas, este grado toma en cuenta no solo las deficiencias físicas, mentales o sensoriales, sino también cómo estas afectan la capacidad de la persona para participar plenamente en la sociedad.
La valoración, estandarizada por el Real Decreto 888/2022, va más allá de la condición médica; considera el impacto en las actividades cotidianas y la interacción con barreras sociales.
Esta aproximación integral asegura que cada individuo reciba un soporte estatal adecuado a sus necesidades específicas, promoviendo así su inclusión y autonomía en la vida diaria.
¿Cómo se calcula un grado de discapacidad?
A la hora de determinar el grado de discapacidad, se evalúan varios factores en función de si la persona es capaz de realizar sus actividades de la vida diaria (AVD) sin ayuda o si necesita apoyo, como por ejemplo:
- Conseguir cumplir la rutina de higiene personal (lavarse y bañarse)
- Comer
- Controlar los esfínteres
- Vestirse
- Moverse por la casa
- Subir y bajar escaleras
- Utilizar medios de transporte
Las actividades de la vida diaria se clasifican en cinco categorías, que incluyen las rutinas mencionadas:
- Cuidado personal
- Comunicación
- Actividades físicas
- Actividades funcionales
- Monitorización del sueño
Grados de discapacidad
Grado 1: discapacidad nula
El grado 1 se asigna cuando una persona no tiene dificultades significativas para realizar sus actividades diarias.
En este nivel, la discapacidad es considerada insignificante y no alcanza el 5% requerido para ser catalogada como limitante en la evaluación estándar de la discapacidad. Por ende, las capacidades para desempeñarse de forma independiente en la sociedad permanecen intactas.
Grado 2: discapacidad leve
El Grado 2 se considera una discapacidad leve. Las personas en este grado mantienen la independencia en la ejecución de las Actividades de la Vida Diaria, aunque pueden enfrentarse a ciertas dificultades.
Los síntomas, signos o secuelas están presentes pero no impiden el desenvolvimiento autónomo en su vida cotidiana. Esta categoría de discapacidad no supera el 24% y no limita la participación activa en la sociedad.
Grado 3: discapacidad moderada
El grado 3 refleja una discapacidad moderada. Quienes se encuadran en esta categoría enfrentan retos significativos en la realización de sus actividades diarias. A pesar de las dificultades substanciales para llevar a cabo ciertas tareas, aún mantienen la capacidad para atender su autocuidado personal de manera independiente.
Esto implica que, aunque pueden necesitar apoyo en áreas específicas, conservan un nivel de autonomía importante en aspectos básicos de su vida. El porcentaje de discapacidad para este grado se encuentra entre el 25% y el 49%, reconociendo así una limitación considerable pero no total en su día a día.
Grado 4: discapacidad grave
El grado 4 de discapacidad implica desafíos significativos en las actividades diarias y la necesidad de asistencia en la mayoría o todas estas actividades. Se reconoce la existencia de barreras sustanciales en la autonomía personal y la necesidad de apoyo constante y especializado.
Grado 5: discapacidad muy grave
El Grado 5 es la clasificación más alta dentro de los niveles de discapacidad y se designa a situaciones de discapacidad muy grave.
En este nivel, la persona es completamente dependiente y necesita asistencia permanente en todas las actividades diarias.
Tabla de Grados de Minusvalía: Prestaciones y derechos que obtendrá en cada grado
Grado | Porcentaje de discapacidad | Prestaciones |
1 | 0% | |
2 | hasta 24% | |
3 | del 25 al 49 % | ayudas económicas para gastos de vivienda, movilidad, transporte y educación. |
4 | del 50 al 70 % |
ayuda financiera para gastos de vivienda, movilidad, transporte y educación. Descuentos en trenes de cercanías y líneas principales, pensión de invalidez. |
5 | al 75 % y más |
ayuda financiera para gastos de vivienda, movilidad, transporte y educación. Descuentos en trenes de cercanías y líneas principales, pensión de invalidez. |
Certificado de discapacidad: Cómo solicitar el reconocimiento de discapacidad
Obtener un certificado de discapacidad es un proceso que te otorga acceso a protección pública y beneficios especiales en función de tu grado de discapacidad. Aquí tienes un resumen de cómo proceder para tramitar este documento importante:
Duración del Trámite:
- Generalmente, el proceso tarda unos 3 meses o más, dependiendo de tu Comunidad Autónoma.
Disponibilidad:
- Se puede solicitar en cualquier momento del año.
- Válido para ciudadanos españoles y extranjeros con residencia legal en España.
Pasos para la Tramitación Presencial:
- Visitar las oficinas pertinentes en tu Comunidad Autónoma.
Pasos para la Tramitación por Internet:
- Acceder a la sede electrónica de tu comunidad.
- Autenticarte con el certificado electrónico o Cl@ve.
- Digitalizar y subir los documentos necesarios.
- Completar y enviar el formulario.
- Imprimir o guardar el recibo de acuse.
Documentación Requerida:
- Solicitud de reconocimiento o revisión del grado de discapacidad.
- Identificación oficial adecuada (DNI, NIE, Libro de familia, etc.).
- Informes médicos o sentencias que confirmen la discapacidad.
Evaluación:
- Asistir a una valoración de discapacidad en un Centro Base o sede autorizada.
Resolución y Tarjeta Acreditativa:
- Esperar la resolución vía correo.
- Obtener la resolución de reconocimiento y la tarjeta acreditativa si procede.
Este certificado es clave para ejercer tus derechos y acceder a las ayudas que te corresponden como persona con discapacidad.
Proteger la privacidad
El Equipo de Valoración y Orientación (EVO) es el encargado de determinar de manera colectiva el grado de discapacidad de una persona. Conforme al Real Decreto 174/2011, el certificado emitido debe omitir cualquier referencia al tipo de discapacidad, limitándose exclusivamente a establecer el grado de la misma.
Esta medida garantiza la confidencialidad de los datos personales relacionados con el estado de salud y el proceso de rehabilitación del individuo, alineándose así con su derecho a la protección de la privacidad y la información personal.
Adicionalmente, la información referente al grado de discapacidad se proporciona únicamente al interesado o, si procede, a su tutor o representante legal, reforzando la tutela de la privacidad del afectado.
Ventajas de obtener un certificado de discapacidad
Ayudas fiscales
Las principales ventajas fiscales para las personas con discapacidad incluyen deducciones en el impuesto sobre la renta de las personas físicas y en el IVA de la declaración de la renta, así como bonificaciones en el impuesto sobre el patrimonio y en el derecho de sucesiones y donaciones.
Si el Dictamen Técnico Facultativo confirma que tiene un porcentaje de discapacidad igual o superior al 33 %, podrá acogerse a diversos beneficios sociales y fiscales. Si su porcentaje de discapacidad es del 65 % o superior, las prestaciones que puede percibir serán aún mayores.
A continuación se enumeran los principales beneficios que puede obtener:
Ayudas para la vivienda
Se trata de subvenciones para ayudar a adaptar una vivienda comprada o alquilada, convirtiéndola en un espacio seguro y accesible para las personas con discapacidad. Las reformas pueden incluir la instalación de un salvaescaleras o un ascensor unifamiliar, así como la eliminación de cualquier otra barrera arquitectónica que pueda convenir a su caso.
Ayudas a la movilidad
Esta prestación le permite adquirir sillas de ruedas y otros productos que le ayudan a desplazarse de forma autónoma y más segura, tanto dentro como fuera de casa.
Subvenciones al transporte
Son ayudas que contribuyen a reducir los gastos relacionados con el uso del vehículo. Consisten en facilitar una tarjeta de aparcamiento reservado, descuentos al comprar un vehículo en un concesionario y exenciones de los impuestos de matriculación y circulación. Además, existen subvenciones para adaptar el vehículo a sus necesidades, así como para cubrir los gastos de transporte público o taxi.
Becas de educación
Esta prestación le proporciona una residencia adaptada, además de cubrir los gastos de matrícula en un centro educativo, la compra de material escolar y el pago del transporte y la manutención.
Beneficios fiscales y sociales para individuos con discapacidades
Ayudas fiscales
Los beneficios fiscales constituyen una parte esencial del apoyo a las personas con discapacidad. Entre estos, destacan las deducciones aplicables al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y las bonificaciones en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) al realizar la Declaración de la Renta. Además, se contemplan reducciones en el Impuesto de Patrimonio y en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
Para ser beneficiario de estas ventajas fiscales, es imprescindible contar con un Dictamen Técnico Facultativo que acredite un grado de discapacidad igual o superior al 33%. Con un porcentaje certificado de discapacidad del 65% o más, las personas pueden acceder a un espectro aún más amplio de prestaciones y beneficios económicos.
Es fundamental estar informado sobre las ayudas gubernamentales disponibles, que pueden contribuir significativamente a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y sus familias.
Subvenciones para la Vivienda
Las subvenciones para la vivienda son un apoyo económico destinado a adecuar un hogar recién adquirido o alquilado, con el fin de transformarlo en un entorno seguro y completamente accesible.
Estas ayudas financian modificaciones como la instalación de salvaescaleras o ascensores particulares y la supresión de barreras arquitectónicas, facilitando así la movilidad y la calidad de vida en el propio domicilio.
Subvenciones para movilidad
Esta ayuda facilita la adquisición de sillas de ruedas y otros artículos esenciales que promueven la autonomía y seguridad de los individuos al desplazarse, tanto en el interior del hogar como en espacios externos.
Subvenciones para el transporte
Estos beneficios están diseñados para disminuir los costes asociados con la utilización de vehículos por parte de personas con discapacidad. Se brindan facilidades como la emisión de una tarjeta para aparcamiento preferente, rebajas en la adquisición de automóviles a través de concesionarios, y exoneraciones en los tributos de matriculación y circulación.
Asimismo, se otorgan ayudas económicas para la adaptación de vehículos a condiciones específicas de movilidad y para sufragar gastos en transporte público o taxi, mejorando así la accesibilidad en los desplazamientos cotidianos.
Subvenciones para educación
Te proporciona acceso a una vivienda acondicionada para tus necesidades y asume los gastos de inscripción en centros educativos, adquisición de material didáctico, transporte escolar y alimentación.
Jubilación por invalidez
Si una condición médica te incapacita de manera permanente para desempeñar tus funciones en tu puesto de trabajo habitual, posees el derecho de solicitar una pensión por invalidez, lo que equivale a un retiro laboral definitivo.
Basándose en la naturaleza y severidad de la incapacidad, se establecen tres categorías de pensiones de invalidez.
Incapacidad permanente total
La persona enfrenta dificultades para realizar las actividades específicas de su profesión a causa de su discapacidad. Esto corresponde al 55% de la base reguladora y se incrementa en un 20% cuando el individuo alcanza la edad de 55 años.
Incapacidad permanente absoluta
La persona se encuentra incapacitada para continuar trabajando, tanto en su ocupación habitual como en cualquier otra actividad laboral. Bajo estas circunstancias, se le otorga una pensión que corresponde al 100% de la base reguladora.
Gran Invalidez
Cuando el individuo con discapacidad requiere de la asistencia de otra persona para el manejo de sus cuidados personales y las tareas cotidianas, se le concede una pensión equivalente al 100% de la base reguladora, sumándose un complemento adicional de entre el 30% y el 50%.
Revisión del grado de discapacidad
La decisión que fija el grado de discapacidad de una persona incluye también una fecha para la posible revisión de este grado. El propósito de esta revisión es verificar o ajustar el grado de discapacidad y, en consecuencia, las ayudas económicas que se derivan de ello, pudiendo también resultar en la finalización de estas prestaciones.
Es necesario establecer un intervalo para la revisión en la resolución cuando se anticipa que la situación que ha causado la discapacidad puede empeorar o, en sentido opuesto, mejorar significativamente.
El individuo con discapacidad tiene el derecho de pedir una reevaluación debido a un empeoramiento o mejoría de su condición, siempre que hayan pasado al menos dos años desde la emisión del dictamen inicial, salvo que se demuestre un error en el diagnóstico inicial o haya habido cambios importantes en las circunstancias que motivaron la evaluación original.
La petición de revisión puede surgir por las siguientes razones:
- 1. Inconformidad con el grado de discapacidad asignado o con el porcentaje determinado. Si hay inconformidad específica con el porcentaje, es necesario iniciar un trámite de reclamación previa en un plazo máximo de 30 días tras la notificación de la decisión.
- 2. Cambios en la condición de la persona, ya sea por mejoría o por empeoramiento.
- 3. Errores en el diagnóstico o cambios significativos en la situación: en estos casos, no es necesario esperar el periodo de dos años para solicitar la revisión.
Soluciones para personas con discapacidad
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